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Arquitectos: Rafael Pinoti Arquitetura
- Área: 261 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Daniel Santo
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Proveedores: Confiança Construtora, Design Decor, Giba Madeiras, JB pedras decorativas Birigui, Pormade, Portinari, Santa Serra Móveis Planejados
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Un proyecto que fue especial porque la oficina participó en la selección del terreno. La Residência São José está ubicada en un terreno de 370,50m² en el interior de São Paulo, en la ciudad de Birigui. Un terreno plano, estándar para un condominio, con su ubicación más aislada frente al huerto, que se presenta en el horizonte con un espectáculo cotidiano sin precedentes, llamado “el atardecer”. Con esto posicionamos su fachada hacia el norte, buscando explorar el famoso retiro de cuatro metros hacia el interior de la casa. Mejorar la percepción humana con su horizonte, fomentando la creación ilimitada de ángulos de contemplación y experiencia entre las personas y la naturaleza. Como una hermosa obra de teatro en un escenario al aire libre.
Un boceto donde realizamos dos líneas retiradas de los extremos del terreno, que sustentarían dos líneas más horizontales, representando losas, marquesinas que resolverían todo el espacio, abarcando todas las necesidades de sus usuarios con el espacio libre. Como si de un auténtico escenario se tratase de espectáculos de luz en rayos naturales. Este proyecto cuenta con dos niveles de piso, social e íntimo. En planta baja alquilamos toda el área social de la casa. Su usuario camina hacia el atrio central, invitado por una marquesina, atravesando la barrera de follaje de plátano que se extiende hasta el borde del jardín, despertando y desconectando al usuario de su cotidianidad urbana. Llegando al espacio abierto que conecta toda el área social, separado por puertas traslúcidas y puras, impregna el interior y el exterior dando vida a la casa, todos se contemplan, se encuentran, se conectan... y viven el mundo real. Terminan recibiendo los rayos del sol y pidiendo permiso a medida que avanza el día. Algunos lo intentan, otros entran a la casa, algunos son interrumpidos por el denso follaje más alto que el muro, creando un ballet de luces y sombras, haciéndonos detenernos y contemplar el horizonte, trayendo el exterior al lote.
En el piso superior, donde se ubican las tres suites, creamos un balcón central, que conecta y crea un mirador suspendido para contemplar el horizonte y el atrio central del piso inferior. Así creamos una arquitectura humanizada, afectiva, realmente pensada para las personas, esa Casa viva, con alma, con personalidad del usuario y mucha luz natural!!